El hombre que ha empezado a vivir seriamente por dentro, empieza a vivir más sencillamente por fuera.

Ernest Hemingway





El árbol de la vida de Gustav Klimt
El propósito de esta bitácora es que ésta se convierta en un espacio de intercambio de los temas que las enfermeras y enfermeros quieran exponer. Los temas no necesariamente se deben circunscribir al área de la salud.

Los temas de la salud, lógicamente, tienen su espacio en esta bitácora, pero, además, la poesía, la música, la pintura, la literatura y el arte en general son bienvenidos.

Pretendo que este espacio sea el lugar de reencuentro con mis colegas colombianos pero también una forma de tomar contacto con las enfermeras y enfermeros iberoamericanas (os) para compartir experiencias.

Ilustro este blog con la pintura “El árbol de la vida” de Gustav Klimt, obra que siempre me ha gustado y me ha despertado muchas inquietudes.

Dejo, pues, este espacio a disposición de ustedes con el ánimo de que nos enriquezcamos mutuamente en el vasto campo de la salud y de la cultura en general.




martes, 16 de noviembre de 2010

El Hospital Universitario del Valle es de todos



El Hospital Universitario del Valle es de todos
¡No lo dejemos morir!

Su dimensión, social, asistencial y docente

El Hospital Universitario del Valle, cariñosamente llamado HUV, es el principal centro de atención en salud del Suroccidente Colombiano, tiene 800 camas que los fines de semana se pueden convertir en 1000. Durante el año 2009 sus médicos generales atendieron 44.571 consultas de urgencias y sus especialistas 22.643 consultas de urgencias y 165.867 consultas externas especializadas. En su servicio de obstetricia se atendieron 7.123 partos, en sus unidades de cuidados intensivos e intermedios se atendieron 4.462 pacientes; sin incluir cesáreas se realizaron 42.987 cirugías, se practicaron: 143.139 estudios de imágenes diagnósticas, 1´083.640 Exámenes de laboratorio y 136.934 sesiones de terapias entre otras. Esta institución se ha convertido en la única esperanza de atención para la población más pobre del Valle del Cauca (el 80% de la población que se atiende son de los estratos I y II) que requiere atención de nivel III y de nivel I y II cuando no son atendidos en estos niveles por colapso de la red de hospitales públicos tal como sucede en la actualidad. El Hospital Universitario del Valle, HUV, está concebido para atención de los niveles III y IV, es decir de alta complejidad, sin embargo, por la crisis generalizada del Sistema de Salud y de la red pública del Valle del Cauca, al HUV llegan pacientes para solicitar atención de los niveles I y II. Más de la mitad de los pacientes que llegan al Hospital son de estos niveles y corresponden casi en su totalidad a pacientes que no tienen ningún tipo de aseguramiento en salud. El Hospital no recibe pago alguno por la atención a estos pacientes.
Desde su fundación a mediados de los años 50 del siglo pasado su destino está íntimamente ligado al destino de la antes Facultad de Medicina, hoy Facultad de Salud de la Universidad del Valle; por sus corredores y salas han pasado y se han formado numerosos estudiantes y profesores de medicina, enfermería, terapias, bacteriología y odontología de la Universidad del Valle que hoy se destacan y sirven desde sus profesiones en el Valle, Colombia y el mundo con altísimos reconocimientos. Actualmente realizan el 80% de sus actividades clínicas 500 estudiantes de pregrado y 200 estudiantes de posgrado de la Escuela de Medicina de la Universidad del Valle, además de numerosas rotaciones y prácticas realizadas por las otras Escuelas de la Facultad de Salud. Sin lugar a dudas parte del éxito alcanzado en las pruebas de estado del ECAES por los estudiantes de la Escuela de Medicina de la Universidad del Valle se debe a la posibilidad de realizar sus prácticas clínicas en las salas, consultas, quirófanos y servicios de ayudas diagnósticas del HUV. Desde sus inicios ha sido pionero nacional e internacional en numerosas terapias médicas y quirúrgicas, actualmente goza de un gran reconocimiento internacional en la atención de pacientes traumatizados, siendo, desde hace aproximadamente 20 años lugar de entrenamiento en la atención de pacientes traumatizados de numerosos médicos extranjeros. De sus servicios y en colaboración con los profesores y estudiantes de la Universidad del Valle cada año salen numerosas investigaciones presentadas en Congresos nacionales e internacionales y publicados en revistas nacionales y extranjeras.


Una síntesis de la situación


A partir de la Ley 100 y en la lógica del mercado que la caracteriza, la atención a los enfermos es una mercancía que se compra y vende y a la que se puede tener acceso en la medida que se esté asegurado. Si bien, como lo reconocen todos los analistas, los recursos para el sector se incrementaron, la parte más importante de ellos se quedan en manos de los intermediarios financieros y las EPS.
¡Al caído caedle! En este marco el papel asignado a las instituciones públicas fue la atención de la población no asegurada o no cubierta por los planes de salud de los diferentes regímenes. Es así como desde hace varios años más del 50% de los pacientes que atiende el HUV son población no asegurada o población asegurada no cubierta por sus planes de salud. Para la atención de estos vallecaucanos el HUV realiza un contrato anual con la Gobernación del Valle del Cauca, entidad responsable de asegurar y financiar la atención de estos pacientes de acuerdo con la Ley. Desde hace 5 años el sistema de contratación de la Gobernación con el HUV es por decir lo menos infame. El valor total contratado con la Gobernación del 2006 al 2009 fue de 146.789 millones y el HUV atendió pacientes por un valor de 324.273 millones. Dicho de manera sencilla de cada tres pacientes no asegurados, que son responsabilidad política, administrativa y económica de la Gobernación del Valle, que atiende el HUV sólo se le paga uno. Este es, de todos los problemas que tiene el HUV, el número uno y su viabilidad sólo es posible en la medida que este se resuelva. Pero lo más perverso de la contratación que realiza la Gobernación con el Hospital es forzar a las diferentes administraciones del HUV, en claras condiciones de inferioridad, a firmar contratos por capitación a una institución de tercer nivel III a sabiendas de que estos pacientes son supremamente complejos y uno solo de estos pacientes puede consumir millones de pesos durante su atención. Adicionalmente a lo anterior, y para darle la estocada final, no se le quiere reconocer la atención de pacientes nivel I y II, a sabiendas de que la red de hospitales públicos y el sistema de referencia y contra referencia del Valle del Cauca está completamente colapsada, motivo por el cual los pacientes no atendidos en los niveles I y II son tirados en las puertas del HUV donde por norma constitucional y principios éticos no se les puede cerrar las puertas y exponerlos al tan mencionado paseo de la muerte. ¿Cómo explicar a nuestros estudiantes que rechazamos a estos pacientes, “peloteándolos” a otro centro, que comparte con nosotros las mismas carencias y limitaciones? Estamos hablando de los Hospitales públicos, pues las EPS e IPS privadas, saben muy bien las reglas del juego en el llamado mercado de la salud y tienen muy claro que paciente que no sea rentable se remite a instituciones públicas que para el caso del Valle es el HUV ¿Por qué se abusa del HUV cuando este tipo de contratos leoninos y anti técnicos las EPS privadas no lo aceptarían?
Como es bien conocido por el actual Alcalde de Cali, quien fuera Director de este Hospital durante varios años, entre el 60% y 70% de los pacientes atendidos en el HUV son provenientes de la ciudad de Cali. Desde hace varias alcaldías, incluyendo la actual, la suerte del HUV no parece importarle a las administraciones municipales. Aduciendo que su responsabilidad desde el punto de vista de la ley es la atención de los pacientes del primer nivel, se hacen los de la “oreja mocha” sobre su responsabilidad con el HUV. Esto se puede palpar claramente con el caso de la deuda de CALISALUD, EPS del régimen subsidiado pública del municipio de Santiago de Cali y recién liquidada, que adeuda al HUV 23.000 millones de pesos por atención de pacientes. Ante el reclamo del HUV la tenue respuesta del municipio fue pagar al HUV 2.600 millones es decir el 10% de lo que adeuda. Estamos en vísperas de navidad y la Alcaldía se apresta a celebrar con bombos y platillos la Feria de Cali, para quienes trabajan en el HUV este período del año se asocia con un aumento inusitado del número de pacientes que ingresan por urgencias víctimas de violencia o por accidentes de tránsito, lo mínimo que se esperaría de la administración municipal, que conoce de sobra esto, es apalancar económicamente el HUV para poder responder de manera adecuada al incremento de la enfermedad y la muerte asociados a estos eventos promovidos desde la alcaldía.
Pero, como si la situación del HUV en los últimos años no fuera difícil y como si estuviera destinado a sufrir “las siete plagas de Egipto”, desde la llegada del Gobernador Abadía a la primera magistratura del departamento, el HUV fue literalmente tomado por la politiquería en una dimensión nunca vista. La nómina creció de manera inusitada, muchos de estos funcionarios eran colocados en lugares para los cuales no llenaban los requisitos mínimos. Es claro que cuando se mete la politiquería, desaparece la meritocracia y en el mejor de los escenarios aparece la “corrupción legal”, la “cristalina corrupción”, que consiste en mostrar que todos los procedimientos se han seguido y que no se ha violado nada. El temor por denunciar actos de corrupción se apoderó de sus funcionarios, en época preelectoral los funcionarios recién nombrados (en unas cooperativas de dudoso origen que se lucran por miles de millones de pesos por el proceso de intermediación) recorrían los corredores del HUV buscando los votos necesarios para continuar con sus puestos bajo la amenaza de despido. Como consecuencia del mal uso de los pocos recursos que ingresan al HUV (que estaba sostenido por la entrega y vocación de servicio de sus trabajadores y el trabajo de residentes, internos, estudiantes y profesores de la UV) pasa, por la que algunos de sus trabajadores y profesores más veteranos, llaman la peor crisis de los últimos años.
Como parte de esta intromisión de la politiquería, en los últimos tiempos, políticos y personal ajeno a la Universidad del Valle, utilizando mecanismos directos e indirectos presionan a directivos del HUV para ir cediendo espacios del HUV a los numerosos programas privados de medicina que pululan en la ciudad de Cali y el Valle del Cauca. A tal punto que se escuchan rumores que hay interés en relegar la Universidad del Valle del liderazgo que ha ejercido por más de 50 años en el HUV. Esta decisión no sólo sería funesta para la Escuela de Medicina de la Universidad del Valle, peor aún sería para el HUV pues el grupo de residentes, internos, estudiantes y profesores de la Universidad del Valle son responsables de cerca del 70% de la atención médica y de asegurar la calidad mediante sus actividades asistenciales y académicas. Nuestro querido Hospital Universitario, está siendo llevado al punto que les gustaría a los políticos, EPS, algunas Universidades privadas y a los gobiernos interesados, aquel en el cual proceden a cerrarlo o a venderlo, por corrupción o por ineficiencia. Lo paradójico es que la condición de enfermo agonizante que tiene el HUV hoy, es causada por los mismos políticos y gobernantes que después piden su cierre o su venta.


¿Cuáles son los costos sociales, académicos y asistenciales de esta crisis?


Esta crisis hace que, pese al esfuerzo e ingenio reconocido internacionalmente para dar soluciones y atender dignamente a sus pacientes en medio de la adversidad; los trabajadores del HUV, profesores, estudiantes de pre y postgrado de la UV estén trabajando y recibiendo docencia en un escenario con graves y peligrosas carencias de equipos, insumos y materiales básicos. Sin entrar a detallar casos específicos, que abundan en todos los servicios, el trabajo en estas condiciones está llevando desde el punto de vista asistencial a un incremento de la morbilidad y de la mortalidad prevenible y a un incremento de las cancelaciones de consultas, cirugías, exámenes de laboratorio y ayudas diagnóstica entre otras. Por otro lado, las dificultades para trabajar están exponiendo a sus médicos y estudiantes a posibles demandas médico legales y adicionalmente, las difíciles condiciones en que se trabaja, lleva a importantes médicos y profesores comprometidos con la asistencia y la docencia a buscar otros horizontes. Quienes trabajan en su interior manifiestan tener sentimientos encontrados que varían entre la esperanza, la prudencia, la complicidad, el riesgo y ganas de salir corriendo.
Esta situación de iliquidez hace que los proveedores del HUV cierren sus puertas, generando una asfixiante situación que termina empeorando la asistencia y docencia. Sin los insumos básicos, los residentes y estudiantes de pregrado que se está formando la Universidad del Valle, no pueden cumplir con las competencias necesarias para su formación en cada una de las rotaciones o asignaturas, generando un problema ético y quedando estos en una posición desventajosa para competir, en un mercado laboral cada vez más exigente, limitando el acuerdo de formación suscrito con ellos en los silabus de las diferentes asignaturas. En días pasados la organización de médicos residentes hizo las denuncias y salieron a marchar pidiendo apoyo y solidaridad de los ciudadanos. ¿Qué estamos esperando para apoyarlos? De seguir así la situación, no será posible continuar con el ofrecimiento de estos programas de especialización médicas. ¿Le dejaremos este vació a las Universidades privadas? ¿Será esto lo que se busca? ¿Negaremos la posibilidad de que médicos de las clases medias y bajas se especialicen y dejaremos “el negocio” a las Universidades privadas que probablemente están ávidas de quedarse con el Hospital? ¿Nos quedaremos esperando que los gobiernos y los medios de comunicación nos digan que lo más razonable es que le vendan el Hospital a las EPS privadas que ya están gestionando para abrir sus propias facultades de medicina? ¿Cuándo logren que el HUV pase a manos privadas, entonces si aparecerá la plata para financiar adecuadamente la atención a los pacientes no asegurados?

¿Cuál es el papel del Hospital Universitario del Valle?


En primer lugar, debe tomarse en consideración que el Hospital Universitario del Valle, ha sido y pretendemos que siga siendo, un templo de la enseñanza. Formar esos profesionales de la salud, que han sido nuestro orgullo por décadas. Al Hospital no se le puede pedir sólo indicadores de rentabilidad económica, sobre todo debe pedírsele rentabilidad social, que la cumple y de sobra, ser el escenario para la formación del mejor recurso humano en salud de la región, desarrollar investigación clínica de punta y ser interlocutor válido sobre las políticas de atención en salud.
En segundo lugar continuar siendo el lugar (para algunos el único lugar) donde miles de vallecaucanos y habitantes del suroccidente colombiano de bajos recursos encuentran el mejor grupo humano en salud para la atención de sus problemas de salud de mediana y alta complejidad de tercer y cuarto nivel.
En tercer lugar continuar siendo una institución de vanguardia en la formación de recurso humano nacional e internacional en la atención médica y quirúrgica de patologías prevalentes en la región. Así mismo ser, como lo ha sido hasta ahora, el principal escenario de producción intelectual e investigación clínica del sur occidente colombiano.
En cuarto lugar con el apoyo mancomunado del gobierno nacional, departamental, municipal y la Universidad del Valle ser un escenario de permanente innovación tecnológica que nos permita ser competitivos con los principales centros públicos y privados de Colombia.


¿Quiénes son los actores que pueden influir para cambiar esta denigrante situación del HUV y que hay para hacer?


Un primer compromiso debe ser con la verdad. Nuestra esencia en la investigación académica es la búsqueda de la verdad. Vamos a decir toda la verdad, sin maquillajes y sin temores. Debemos hacer conciencia que el problema es de toda la comunidad. Este no es un problema sólo de los docentes de la Universidad que trabajan en el Hospital. Es un problema de todos.
Aquí hay oportunidades para que el nuevo Gobernador, en medio de su interinidad deje su legado, tomando acciones para que como antaño, los procesos de toma de decisiones sobre lo académico, lo profesional y lo científico, no sea liderado por políticos, sino por los académicos de la Universidad. El Gobernador actual, podrá valorar la gestión que en ámbito de su competencia podrá realizar en la dirección de mejorar este diagnóstico y blindar el HUV de la voracidad de los políticos. Ejemplos en el país de hospitales entregados a las universidades para su manejo administrativo hay varios y valdría la pena implementar esta figura para el HUV.
El Sr. Gobernador, podrá dejar establecido desde ya, que todos los contratos con el HUV deberán ser por eventos y no por capitación, no hacerlo de esta manera sería asegurar su muerte lenta. Estas acciones deberán quedar blindadas de tal manera que no marchen al vaivén del gobernante de turno. Como se trata de vidas humanas, nada más justo y sensato que en los flujos de pago de la Gobernación (y de la Alcaldía) se dé prioridad al HUV. No es justo ni razonable que el HUV incurra en la compra de insumos de alto costo, adquiriendo créditos y pagando intereses para atender pacientes que posteriormente no le son reconocidos.
El Sr. Gobernador en su doble calidad de Director de la Junta del HUV y del Consejo Superior de la UV está en una privilegiada posición para dar pasos grandes en la solución de esta delicada situación que afecta a todos los vallecaucanos y entre otras dar pasos para acabar con la politiquería. Es necesario también ejercer presión ante el Gobierno Nacional. La situación de la crisis del HUV se hace más preocupante cuando se toma en cuenta que el Departamento del Valle también está en crisis y recientemente fue descendido de nivel con las consecuencias en los ingresos que ello representa.
El Sr. Alcalde, que ha sido Director del HUV y conoce a fondo su problemática debe ser más sensible a la situación de esta institución participando activamente de su transformación estructural y comprometiéndose económicamente con la atención de la población no asegurada del municipio particularmente de aquella afiliada a sus EPS del régimen subsidiado y particularmente respondiendo por las actividades no POS. No es posible que se esté programando para diciembre una feria donde se disparan los hechos de violencia y accidentes de tránsito y pase desapercibida la situación del HUV, principal centro de atención de estos pacientes. De continuar la situación crítica del HUV la conducta más responsable con la comunidad caleña del Sr. Alcalde sería suspender la Feria de Cali.
El Sr. Rector debe asumir un más activo liderazgo, pues además de la sensibilidad social que debe cubrir a todos los ciudadanos, está en juego la calidad de la formación de los especialistas y otros profesionales de la salud, toda vez que en el HUV hacen su práctica 21 especializaciones médicas y 7 pregrados de la escuela de salud. El Rector como miembro de la Junta del Hospital Universitario, tiene el escenario apropiado para aportar conceptos y ejercer las presiones pertinentes en la vía correcta de recuperar la salud del Hospital. Se requieren acciones proactivas del Sr. Rector para evitar el deterioro de la calidad de nuestros egresados que por más de medio siglo han sido modelo para América y el mundo. El Sr. Rector no puede ser un miembro más de la Junta Directiva del HUV, debe convertirse en un verdadero líder, interesado por la calidad de los programas que la UV desarrolla en el Hospital. Debe mostrar su interés en primera instancia asistiendo a todas las reuniones de la junta, o nombrando a un docente de práctica del sector académico para que sea su representante permanente en dicha junta.
Otras Universidades del país han realizado gestiones para comprar o administrar hospitales universitarios con el propósito de tener autonomía en el manejo curricular y académico de sus programas. La Universidad del Valle debería valorar las condiciones en las cuales esta opción es viable.
La comunidad del Valle del Cauca, la Comunidad Universitaria, pero sobre todo la comunidad de la Facultad de salud en cabeza de su Decano, deben asumir el liderazgo y la conciencia de que esta compleja problemática no se resuelve sola. Un papel inicial que podemos asumir todos es el compromiso asistencial y administrativos como profesores o directivos de la Facultad de Salud. Adicional a nuestro compromiso debe estar nuestra independencia y capacidad crítica y de denuncia de aquellos manejos que no permiten el buen curso del HUV. Explicar por todos los medios posibles a la comunidad vallecaucana, los factores generadores de esta crisis, pero sobre todo las consecuencias funestas, no sólo para la comunidad académica sino para la población de bajos recursos, de un posible cierre o venta del HUV, que es la solución simplista de los políticos cuando ya se le han chupado la sangre a una institución. El Sr. Gobernador y el Sr. Rector y los directores de los otros hospitales de la región, deberán gestionar a nivel nacional más recursos y un trato justo para el sector hospitalario que se encuentra en crisis.
La llamada clase política vallecaucana, senadores, congresistas, representantes y concejales deben dejar de pensar en el hospital como un fortín político y asumir su salvación y sostenimiento digno como una de sus principales responsabilidades con la región, presionando en las instancias pertinentes para que el HUV, siga siendo el principal centro de formación y de atención en salud de los vallecaucanos.
Debe establecerse un equipo permanente de crisis, con participación de estudiantes internos, residentes, profesores, trabajadores y miembros de la comunidad con un protocolo claro de acción y de control, que esté dispuesto a divulgar la verdad de lo que acontezca, sin adornos, que haga seguimiento a los compromisos y acciones y que sea un canal de información permanente para alertar a la comunidad y solicitar su apoyo.
Santiago de Cali, noviembre 9 de 2010